LAS PERLAS DE LA SABIDURIA

Hace mucho, mucho tiempo, vivió en el lejano Oriente un hombre muy sabio, al que muchos acudían en busca de consejo. Un joven viajero, decidió visitarlo para aprender de él.
Después de un largo peregrinaje en busca del Sabio y estando ya a su lado, le preguntó: - Maestro, podría usted enseñarme como llegar a ser tan sabio como usted.

Es muy fácil - le respondió el sabio -sólo tienes que descubrir las perlas de la sabiduría. ¿ves aquella caja que hay ahí?

- Si- Contestó el joven mientras la contemplaba.

- Pues son todas las perlas que he ido recogiendo y acumulando durante toda mi vida.

- Sí, pero...¿dónde las puedo encontrar? -preguntó con curiosidad.

- Puedes encontrarlas en todas partes, sólo es cuestión de que aprendas a reconocerlas. La sabiduría siempre está disponible para quién esté dispuesto a tomarla. Es como un árbol, que nace dentro del hombre, evoluciona dentro de él, se nutre de otros hombres y da frutos que alimentan  a otros hombres.

- ¿Me está usted diciendo que tengo que ir descubriendo lo que hay de sabio en cada una de las personas para crear mi propia sabiduría y compartirla con los demás?

En aquel mismo instante, las palabras del joven formaron una nube a su alrededor hasta solidificarse y convertirse en una pequeña perla que el sabio inmediatamente recogió.

- Mi única sabiduría, es recoger estas perlas, para después saber utilizarlas en el momento oportuno - le dijo el sabio.